Historia | Rusia: una de las alternativas frente a occidente
- Manuel Matti
- 10 may 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 3 abr 2024

Luego de haber estado sumergida en políticas recomendadas desde Washington que devinieron en la crisis del 2001-las tan recordadas “relaciones carnales”-, Argentina decidió realizar un giro, un cambio de personajes. Colocándose como el segundo Estado extra-regional con el que el país celebra acuerdos, Rusia comienza a mostrar su interés a la hora de fortalecer sus vínculos con América Latina, y Buenos Aires es un destino idílico. Si Néstor Kirchner tomó la decisión de desafiar a los Estados Unidos, fue Cristina Fernández quien los terminó por eliminar de su agenda. Las relaciones en tiempos de Dmitri Medvédev supieron mostrar el cambio en la política exterior de Buenos Aires -en diciembre de 2008 se firmaron 6 acuerdos, mientras que en 2010 se llegó al total de 13-, y a pesar de que su mandato finalizó en 2012 allí estuvo Vladimir Putin para continuar con el objetivo ruso en la región: “la intensificación de la cooperación tecnológica e inversionista, especialmente en los sectores de energía, energía atómica y maquinaria”.
La historia en las relaciones oficiales entre Moscú y Buenos Aires tiene su nacimiento el 22 de octubre de 1885
La historia en las relaciones oficiales entre Moscú y Buenos Aires tiene su nacimiento el 22 de octubre de 1885 -momento en el que durante la presidencia de Julio Argentino Roca se designa como Enviado en San Petersburgo a Carlos Calvo; al mismo tiempo que la Cancillería de Rusia, bajo las órdenes imperiales del zar Alejandro III, nombra a Alexandre Ionin como Enviado en Argentina-. Si bien hubo un corte de los vínculos entre ambas naciones en el período que va de 1917 hasta su posterior reactivación en 1946, Argentina ha celebrado un total de 125 acuerdos bilaterales. Un informe del Centro de Estudios Nueva Mayoría muestra que el 37% de los tratados se realizaron con la U.R.S.S, mientras que el 63% restante fueron con la Federación de Rusia. De los 125, el 34% fue firmado por la actual administración de Cristina Fernández -al mismo tiempo que asciende el porcentaje a 40, si se considera la gestión de Néstor Kirchner-.
El proyecto más atrayente es el que se llevará acabo luego de los acuerdos contraídos por ambos países en este 2015, el cual mediante un convenio preliminar entre Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA) y la compañía Rosatom Overseas -cuyo capital accionario pertenece en su totalidad a la Corporación Estatal de Energía Atómica Rusa, al mismo tiempo poseedora de más de 10 plantas nucleares en funcionamiento, con 34 reactores generadores de una potencia total de 25.000 megavatios que le brindan el 17% de energía eléctrica demandada a la Federación Rusa- llevará a ambas empresas a la cooperación en el diseño de ingeniería y construcción de la VI planta nuclear de la Argentina. Ésta contará con un reactor de uranio enriquecido y agua liviana con tecnología VVER-1000, generando una potencia de 1.200 megavatios.
De esta manera, queda en evidencia el giro en la política internacional de la Argentina luego de que asumiera su mandato Néstor Kirchner en 2003. Junto a Rusia, se encuentra otra potencia mundial que está generando cambios en el mundo, quedando demostrada su influencia en la región con los 58 acuerdos que tiene el país con ellos: China. Ambos gigantes firmaron un convenio gasífero que equivale al PBI argentino; un contrato tasado en U$S 400.000 millones. El mundo emergente es el nuevo garante de nuestra salud, parece. Moscú y Beijing son la opción frente a potencias occidentales que en el “inconsciente colectivo” simbolizan lo peor y la falta de dólares para inversión es la razón de los nuevos endeudamientos. Historia | Rusia: una de las alternativas frente a occidente
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